LOS SENTIDOS

Javier Yzarduy

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Bueno, en este apartado intentaré ir dando información relativa los sentidos más desarrollados en el perro.

El olfato

El sentido del olfato es uno de los más importantes para la interacción del perro con el medio que le rodea. De echo es el primero en desarrollarse y gracias a él pueden encontrar las mamas de su madre.

Se ha demostrado científicamente que el olfato del perro, es extremadamente más sensible que el del humano.

El desarrollo anatómico de su nariz favorece expresamente su capacidad olfativa. Los orificios de las dos cavidades nasales, su orientación y concreta morfología, hacen proclive que las moléculas olorosas, entren tras una inspiración, en un torrente espiral, que favorezca el contacto directo con el mayor número posible de los cilios que poseen las células olfativas, a lo largo de la superficie de la mucosa olfatoria

La conformación del hocico en el perro, influye muy directamente sobre su sentido del olfato. Su olfacción se encuentra más óptimamente desarrollado en los perros mesocéfalos, que en los otros tipos. En los braquicéfalos el acortamiento y deformación del cráneo, crean un obstáculo para la circulación del aire, y la longitud del testuz de los dolicocéfalos disminuye considerablemente el paso de efluvios hacia la zona olfatoria. (Ver Morfología canina)

La superficie total de la mucosa olfatoria del perro varía de 75 a 150 cm2, siendo en el caso del humano de 2 a 10 cm2. En el caso del epitelio olfatorio humano, poseemos unos 5 millones de receptores olfativos, pero en los canes se incrementa entre los órdenes de 200 y 300 millones, siendo especialmente proclives en número algunas razas determinadas. Las células olfativas que se encuentran situadas en la mucosa nasal y se encargan de recoger los estímulos olorosos, son células nerviosas provistas de una prolongación periférica que termina en cilios o filamentos. Estos llegan hasta la superficie de la mucosa nasal y se encuentran cubiertos, por una delgada capa líquida segregada por las llamadas glándulas de Bowman (por eso comentábamos anteriormente la facilidad de captar olores que fueran solubles en agua). El sentido del olfato del perro además de poseer muchas más células olfativas que el humano, contiene un mayor número de cilios por cada célula, del orden de entre 100 a 150 cilios, frente a los 6 u 8 de las células olfativas humanas. El cilio es una prolongación de la célula olfativa, que extendida en el moco nasal, se estimulará ante la presencia de las partículas olorosas. Como consecuencia a mayor número de cilios, mayor posibilidad de captar las posibles moléculas olorosas. La sensibilidad del olfato canino, tal y como decíamos al principio (resulta afectada por factores internos del propio animal) variando en el transcurso del día, dependiendo de múltiples factores como son la ingesta de alimentos (siendo más proclive un mejor desarrollo de la búsqueda en los perros hambrientos que en los saciados), cambios hormonales en la concentración plasmática, condiciones climatológicas adversas como calor excesivo, que correlativamente acentúan el proceso de termorregulación, etc... El tamaño del bulbo olfatorio también es importante, por lo que podemos deducir que en el caso de los ejemplares cánidos, es mucho mayor que el de las personas.

Además de lo expuesto anteriormente y como consecuencia de ello, los perros poseen una enorme capacidad de discriminación odorífera, incluso con olores extremadamente parecidos en su composición química. Para ello describiremos a continuación el olor humano, y como logran discernir a una persona viva, de una recién fallecida que aún no se encuentra afectada por el proceso de putrefacción.

El excelente sentido olfatorio en el perro puede variar en función de posibles modificaciones psico-biológicas, tales como una degradación del estado general por pérdida de peso, mala alimentación, estrés que desencadenan procesos diarreicos, frustración, evitación, inhibición, etc…; acelerando la aparición de la fatiga olfatoria más rápidamente. El hambre aumenta la agudeza olfativa del animal, mientras que la saciedad desencadena una disminución, por lo que debemos controlar la ingesta de alimentos, y su rutina alimentaria, adaptada a los periodos de trabajo ordinarios. Igualmente la digestión provoca una disminución de la sensibilidad olfatoria durante la hora siguiente a la ingesta, hecho muy importante a tener en cuenta.

Un perro para rescate canino, puede ser adiestrado, para la localización y señalización de personas con vida o cadáveres. Dependiendo del estímulo odorífero para el cual le adiestremos, conseguiremos unos resultados u otros. Priorizar que en el rescate canino, prevalece el grado de importancia por localizar a las personas vivas, antes que los cadáveres, por los que ya no se puede hacer nada. Detallar que existen ejemplares especializados en la detección de cadáveres, incluso sumergidos en agua; siendo su función la localización de la zona donde se encuentra el mismo, para centrar los trabajos de las unidades subacuáticas.

Para más información leer el artículo de divulgación: " Olfato Canino, Nociones Básicas para el Trabajo con Perros " de David Rodríguez Carrasco

El oído

Con respecto a la agudeza auditiva, las diferencias entre caninos y humanos depende de la frecuencia de los sonidos. Si éstos son de baja frecuencia, la capacidad de ambas especies es similar, ya que en el perro el límite inferior es de alrededor de 15 ciclos por segundo, mientras que en el hombre es de aproximadamente 18 ciclos por segundo. En cambio a frecuencias más elevadas los perros son muy superiores, ya que son capaces de percibir sonidos que para nosotros son ultrasónicos.

El límite máximo en los perros es de 60.000 ciclos por segundo, mientras que en los humanos es de 20.000 ciclos por segundo. Si nos referimos nuevamente a los ancestros del perro, encontraremos una explicación al porqué de esta superioridad.  Si bien los lobos no producen sonidos ultrasónicos, los roedores, que son presa habitual de estos predadores, sí lo hacen.  La habilidad de los lobos para percibir este tipo de sonido los capacita para detectar y localizar esta clase de presa.

En cuanto a la percepción de sonidos distantes las diferencias entre caninos y humanos también son notables.  Los perros pueden detectar un sonido débil a una distancia entre cuatro y cinco veces mayor que un ser humano. Debido a esta habilidad los perros deben acostumbrarse a ignorar muchos de los sonidos que se producen en el hábitat de los humanos para disminuir su estrés. Algunas veces este proceso de aprender a 'no oír' se produce lentamente, sobre todo en perros más excitables. Un ejemplo típico son los ladridos 'sin motivo' -para el dueño- o la sensibilización que ocurre ante los truenos, que suelen provocar gran temor en los animales.

 

La vista

Las personas que quieren comprender mejor a sus compañeros caninos deben reconocer que los perros ven el mundo desde una perspectiva visual distinta. Las diferencias comienzan en la estructura del ojo. "Tenemos una buena idea de cómo ven los canes, porque conocemos la estructura de la retina del ojo del perro", dice el Dr. Ralph Hamor, un veterinario y especialista en oftalmología del Hospital Escuela del Colegio de Veterinaria de la Universidad de Illinois. 

El ojo del perro

La retina, que cubre la parte posterior interna del globo ocular, contiene conos y bastones, dos tipos de células sensibles a la luz. Los conos dan percepción del color y visión detallada, mientras que los bastones detectan el movimiento y son sensibles a la baja luz. Los perros, que tienen retinas pobladas mayormente por conos, ven mejor en la oscuridad que los humanas, y su visión está orientada al movimiento. Sin embargo, dado que solo poseen la décima parte de la concentración de conos que los humanos, los perros no perciben los colores al igual que nosotros.
La luz del flash se refleja en el tapetum lucidum del perro, en la parte frontal del ojo, dando un brillo blanco-amarillento. En el niño, la luz se refleja sobre la retina, en el fondo del ojo, lo que causa "ojos rojos".

La luz ingresa por la pupila, que es la apertura controlada por el iris. Cuanto más grande la pupila (la abertura), más luz ingresa al ojo. Las pupilas grandes son características de los animales activos en baja luz, tal como los perros. Pero hay una desventaja: con pupilas grandes, la profundidad del campo visual (o la distancia en la que los objetos se mantienen en foco) disminuye.

Luego de pasar por la pupila, la luz atraviesa una lente llamada cristalino. Cuanto mayor es el tamaño del cristalino, más luz es recogida. Los cristalinos, las pupilas, y las córneas de los perros son mucho más grandes que los de los humanos.

El tapetum lucidum es una estructura ocular que le da a los caninos la habilidad mejorada de ver en baja luz. Este tejido delgado y reflectivo se ubica detrás de la retina. El tapetum refleja la luz de vuelta a la retina, dándole a la retina una segunda oportunidad de absorber luz. Es posible que conozcas más de la función del tapetum lucidum de lo que tú piensas: es lo que causa que los ojos de los perros brillen en la oscuridad cuando reflejan una fuente de luz, tal como la luz de tu auto. 

Un mundo de colores diferentes

"Por lo general explico que los perros ven como un humano daltónico", comenta el Dr. Hamor. "Mucha gente piensa que una persona que es daltónica (ciega a los colores rojo/verde) no puede distinguir ningún color, pero existen variaciones de daltonismo. La mayoría de la gente tiene visión tricromática (variaciones de tres colores). Los perros reconocen dos colores, azul-violeta y amarillo, y pueden distinguir entre las tonalidades de gris". Los perros no pueden distinguir entre el amarillo, verde, anaranjado, y el rojo. También tienen dificultades para distinguir el verde del gris.

En el cuadro de arriba, vemos comparado el espectro de colores tal como lo percibe el perro (arriba) y el humano.  El perro percibe como amarillo lo que nosotros vemos rojo, naranja, amarillo, y verde. Ciertos tonos de verde y turquesa, el perro los percibe como blanco. El perro distingue los azules en forma similar a nosotros, mientras que el violeta lo ve gris.

Los perros utilizan otros estímulos (tales como el olor, la textura, el brillo y la posición), en lugar de depender del color. Los perros guía, por ejemplo, no distinguen si la luz del semáforo está en rojo o en verde; ellos miran al brillo y la posición de la luz. Esto, sumado al flujo y ruido del tráfico, le indica al perro si es el momento adecuado para cruzar la calle.

 

La visión binocular: profundidad y distancia

La posición de los ojos del perro determina el campo visual y la percepción de profundidad. Las especies que cumplen el rol de presas tienden a tener ojos hacia los costados de la cabeza, ya que esto les confiere mayor campo visual para ver a un depredador al acecho.

Los depredadores, tales como humanos y perros, tienen los ojos posicionados más cerca el uno del otro. "Los ojos humanos están perfectamente hacia adelante, mientras que los de los perros por lo general están en un ángulo de 20 grados. Este ángulo aumenta el campo visual, por lo tanto, la visión periférica del perro".

Sin embargo, esta mayor visión periférica compromete la cantidad de visión binocular. Donde el campo visual de cada ojo se superpone con el del otro, se tiene visión binocular, lo que confiere percepción de la profundidad y distancia. Al estar posicionados a mayor ángulo, los perros tienen menor área de superposición, y por lo tanto, menos visión binocular. La visión binocular de los perros es mejor cuando miran directamente hacia adelante, pero a ciertos ángulos su hocico bloquea la visión. "Los depredadores necesitan de la visión binocular como herramienta de supervivencia" dice el Dr. Hamor. La visión binocular asiste el saltar, brincar, atrapar, y muchas otras actividades, fundamentales para los depredadores.

El área azul muestra el ángulo en el que humanos y perros poseemos visión binocular. El área amarilla muestra hasta donde abarca el campo visual de cada especie.

Visión borrosa

Además de tener menor visión binocular que los humanos, los perros también tienen menor agudeza visual. Se dice de los humanos con visión perfecta tienen visión 20/20, podemos distinguir letras u objetos a una distancia de 20 pies (6 metros). Los perros típicamente tienen una visión de 20/75, es decir, deben estar a 20 pies (6 metros) de un objeto para verlo igual que lo vería un humano parado a 75 pies (23 metros). Ciertas razas tienen mayor agudeza. Los labradores, comunmente utilizados como perros guía para ciegos, han sido criados para tener mejor vista, y llegan a tener una visión cercana a 20/20. 

El valor del sentido de la vista

No esperes que tu perro te reconozca a través de la distancia sólo con verte. Te reconocerá cuando hagas algún movimiento que sea particular tuyo, o por aroma, u oyéndote. Debido al número de bastones en la retina del perro, los perros distinguen objetos en movimiento mucho mejor que un objeto fijo. La sensibilidad al movimiento ha sido notada como un aspecto crítico de la visión canina. "Es tanto en el comportamiento canino lo que tiene que ver con postura y lenguaje corporal. Pequeños cambios en tu postura pueden significar mucho para tu perro" dice el Dr. Hamor.

Cuando los perros se quedan ciegos, a menudo los dueños se preguntan si la calidad de vida de los perros se verá disminuida al punto de que ya no podrán ser felices. "Sabemos que los humanos se adaptan bien a la ceguera, y los humanos son muchísimo más dependientes de la vista que los perros" comenta el Dr. Hamor. "Los perros ciegos viven vidas felices si se sienten cómodos". El dueño podría necesitar realizar ciertas adaptaciones en el entorno de la mascota, tales como tener un jardín alambrado o cercado, llevarlo a pasear siempre con correa, y evitando colocar objetos extraños en el camino o cambiar muebles de lugar. "Cuando un perro ciego se encuentra en su ambiente natural, la mayoría de la gente no es capaz de notar que el perro es ciego". 

Fuentes:
Sarah Probst - Through the eyes of your canine
www.cah.com - Eyes and your dog
www.workingdogs.com - Bringing Dog Vision Into Focus. D. Caroline Coile, Ph.D
Imágenes: www.dogstory.net
 

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